Alameda de ida y vuelta

Muy enfadado comienza este manuscrito. Muy cabreado, enojado donde la furia se apodera de la pluma estilográfica de este Rey Santo.

¿Dios Padre es solo para señoritos? ¿Dios Hijo es solo para primogénitos? ¿Acaso la Fe entiende de clases sociales y euros en las chaquetas?

Este Rey que acostumbra a no sacar Lobera de su vaina, en este dominical quiere desmarcarse de ese ya calamitoso Sábado Santo Magno, de un Consejo desaconsejable, de unos hermanos mayores votantes y del resto de secuaces que están destrozando Sevilla y su Fiesta Mayor, porque así lo entendía su pueblo.

Aquende no hay Sevillanos de primera y de segunda, no, quien piense eso y los hay, deberían ser desterrados para volver a celebrar aquella reconquista. Solo que ahora hay que reconquistarnos de nosotros mismos.

Náuseas al meditar que solamente con una propuesta desacertada y sin medida basta; Sevilla es tan Magna en sí misma que centenares de propuestas debería haber encima de superficies de origen arbóreo y menos cartuchos de pescao frito a costa de los demás. Pero es la Semana Santa que queréis.

Medida sin medida, Alameda para el pueblo llano, el de a pie, el que cree en Dios sin sillita de abuelo. ¿Acaso no es posible una metodología más acertada y que el pueblo goce de sus pasos? ¿Acaso no les da para pensar? ¿Acaso no hay tiempo para crear, imaginar y hacer magno o que sólo su nombre indica?

Veinticuatro horas contadas en el nauseabundo mundo de las cofradías estuvo vigente una propuesta puesta y sobrepuesta que para nada impuesta. Puesta de largo con minifalda y pantalón pirata.

Cuestiónome acerca de tal, ¿no será que sacian la reacción negativa ante tal barbaridad y de este modo se ahorran un protocolo especial para ese momento y así gozar desde su trono, postrado entre lamparones aceitosos del entrecomillado espectáculo?

Sentado en la negatividad sentencio.

Sevilla, ¿qué están haciendo contigo?

Traten de ser felices, Ellos siempre nos aguardan donde los latidos de nuestros motores de sentimientos se disparan.