Las diferentes corporaciones aprovechan esta época estival para realizar diferentes tareas de mantenimiento y conservación de su rico patrimonio artístico.
Es el caso de la Hermandad de la Macarena, que acometerá la restauración de los ángeles ceriferarios o lampareros de la basílica. Se tratan de una obra del insigne compositor Antonio Castillo Lastrucci y fechados en 1960.
La restauración de los ángeles ceriferarios de la Macarena
Estos trabajos serán realizados por Carlos Peñuela. Permitirá que estas piezas sean repuestas de nuevo para el culto a principios de otoño.
Estas piezas fueron donadas por María del Pilar Calvo y estrenadas durante el besamanos de la Virgen de la Esperanza Macarena. Desde entonces escoltan a la dolorosa de San Gil en su camarín, dispuestos en el altar mayor del templo.
Fotografía: Hermandad de la Macarena.