Publicado por No puedo más que caer en el amor, ser y estar enamorado conlleva tantos matices, tantas connotaciones que uno, aun siendo Rey, Santo, Conquistador y Reconquistador, abdica y se baja del trono por ti.
Asumo mi debilidad, en mi, por ti y la asumo con decoro, o eso ansío.
El amor no siempre es agradecido, no siempre se viste de rosa y casi nunca tiene superlativas alfombras bermejas por donde deambular airoso.
Hoy, hoy especialmente eres capaz de sembrar la dubitativa sentencia en el enamorado entregado, en el galán que arrodillado entrega la cuchara, el cucharón de palo y todo el menaje cartujano. ¡Qué difícil lo pones!
No duden pues; mis dudas no son tales pues he recolectado la totalidad y la siembre fue ínfima ante tal devolución. Tres nocturnidad en vilo, trío nocturno postrado en naranjo tratando de que la respiración sea homogénea, constante y solo conectó el concilio breve y un naranjazo indigno. Agradecido al aligator que no versa e imposibilita la recreación de un rumor poco ilustre.
Entregado en cuerpo y alma, libraría mil nuevas batallas ante mil novedosos enemigos por ti, pero esperaremos a que llegue el otoño porque ahora la lóriga se vuelve demasiado calurosa.
A veces, solo a veces, como en nocturnidad como la de hoy, lo pones muy difícil, Sevilla y aún así, ¡qué bonita eres!
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