Resucitan los recuerdos

Publicado por

Del éxtasis final, de esa ansiada y convincente Resurrección brotan todas las aristas de nuestra fe, las más redondeadas e incluso las más abruptas. De la misma forma en la que los recuerdos resucitan y renacen en este Rey Santo porque cada instante es un flashback que teletransporta mi espíritu, mi alma, mi ser, a un momento vivido, sentido, respirado.

Recuerdo de un momento, puntual, lineal, nada superficial, aunque extremadamente volumétrico ya que ocupa la totalidad del ser que manuscribe, inundando el perímetro epidémico que me limita con las mismas sensaciones de la eventualidad en cuestión.

Una estampa regalada basta como momento, un abrazo sentido, una mirada anónima cristalina que bajo el hábito nazareno que busca una cara amiga en la nada solo por el saber que sus cercanos sienten de la misma manera y su Cristo o su Virgen llega al corazón de ellos.

Unas gotas de cera que se perpetúa en forma esférica, un gracias infantil, inocente y educado.

Resucitan los recuerdos, sobran los motivos.

No despiertes del sueño de los creyentes que ven en cada chicotá un paso a la gloria. No, no despiertes. Abre los ojos, es cierto, se cumplieron las Palabras Pretéritas y fuimos, somos testigos. Testimonio verdadero. Como el Hijo del Altísimo.

En Sevilla la madera palpita, respira, siente y se presienten latidos, suspiros y respiraciones profundas.

En Sevilla muere y resucita para volver a nacer y morir porque Sevilla es el reino del contraste, de lo imposible hecho realidad cada Septenaria Mágica, cada Semana Santa.

Resucitó el que habita en San Lorenzo y resucitan los recuerdos. ¡Y qué recuerdos!

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s