Llevan a cabildo la restauración del Señor de la Sagrada Resurrección

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La Hermandad de la Resurrección celebrará varios cabildos de hermanos a lo largo de las próximas semanas.

Uno de ellos será el próximo lunes 13 de febrero, a partir de las 20.30 horas. En él se celebrará el cabildo ordinario de cuentas, y continuará con el de salida de la cofradía. Seguidamente habrá otro de carácter extraordinario en la cual se someterá a votación la concesión del título de hermana honoraria a la Banda de Música de Nuestra Señora de la Victoria de las Cigarreras, formación que acompaña cada Domingo de Resurrección.

Posteriormente habrá otro, donde se expondrá los actos y cultos conmemorativos por el 50.º aniversario de la hechura del Señor de la Sagrada Resurrección para su aprobación.

La restauración del Señor de la Sagrada Resurrección

Ya el lunes 20 de febrero a las 20.30 horas habrá un tercer y último cabildo extraordinario. En él se presentará una propuesta de restauración para el Señor de la Sagrada Resurrección para ser sometido a votación.

La Comisión Organizadora de la Hermandad de la Santa Cruz y Sagrada Resurrección encarga en marzo de 1972 a Francisco Buiza Fernández la talla de una imagen que representara la Resurrección de Jesucristo.

Realizada en pino de Flandes, el bloque escultórico mide 2,10 metros, sin la peana, y la imagen 1.74 m. La imagen se bendijo el 14 de abril de 1973, Sábado de Pasión. El Domingo de Resurrección de ese año, 22 de abril, fue llevada en procesión por primera vez.

Ha conocido tres intervenciones: la primera fue en 1994, a cargo del profesor Juan Manuel Miñarro, quien llevó a cabo una limpieza general, comprobación de varias grietas y fisuras, y retoque de la policromía.

La segunda acaeció en 2008 por parte de Miguel Ángel Pérez Fernández y Ricardo Llamas León, que colocaron unos cajillos que mejoran la cogida de las potencias y causan menos daño a la imagen. La última tuvo lugar en enero de 2014 a cargo de Miguel Ángel Pérez Fernández, acometiendo una profunda limpieza de la policromía, que se había visto oscurecida tras el incendio intencionado de la puerta principal de Santa Marina de ese mismo año.