La Madrugá hispalense destacó por la ausencia de incidentes graves, donde los diferentes cortejos procesionales pudieron hacer su estación de penitencia sin ningún problema a la inmensa cantidad de público que albergó.
El Silencio
De forma puntual, a las 01.00 horas se abrieron las puertas de la iglesia de San Antonio Abad para el inicio de la estación de penitencia del Silencio a la catedral.
La corporación fue la primera en llegar a la Carrera Oficial, con sus dos pasos. El primero el del Señor Nazareno con su cruz de carey y la túnica realizada en el taller de Olmo, y el segundo de ellos el de la Virgen de la Concepción acompañada de san Juan Evangelista con su paso palio de plata y el bordado basado en basílica de San Marcos de Venecia.
Ambas andas procesionales están acompañadas en todo el recorrido por música de capilla interpretando en numerosas ocasiones las ‘Saetas del Silencio’. Lirios morados para el nazareno y azahar para la dolorosa, son el tradicional exorno floral que presenta cada año.
El Gran Poder
Desde San Lorenzo puso hizo su estación de penitencia la Hermandad del Gran Poder un cortejo formado por hermanos con túnica de ruán negra.
Este año el ‘Señor de Sevilla‘ acompañando lució túnica lisa. La Virgen del Mayor Dolor y Traspaso llevó este año su manto burdeos de Rodríguez Ojeda y la saya de la misma tonalidad a juego.
La Macarena
A las 00.00 horas se abrieron las puertas de la basílica de la Macarena comenzando a salir un cortejo integrado por caso cuatro mil personas vistiendo el hábito nazareno característico con antifaz morado de terciopelo para el paso de misterio; y de antifaz verde, también de terciopelo para el paso de palio.
En el primero de ellos, el Señor de la Sentencia portó la túnica regionalista y los clásicos sones de la Banda de Cornetas y Tambores Centuria Romana además del cuerpo de armaos de escolta. La Virgen de la Esperanza lució el manto de la coronación diseñado por Fernando Marmolejo Camargo y bordado por Esperanza Elena Caro en 1964, y recientemente restaurado por el IAPH. La saya es la conocida como ‘de las corbatas’, estando acompañada por la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora del Carmen de Salteras.
El Calvario
La última en salir fue la Hermandad del Calvario con el crucificado de Ocampo y la Virgen de la Presentación.
Silencio y recogimiento rodea a esta corporación durante todo el recorrido, donde volvieron a salir por la puerta que da a la calle San Pablo después de varios años. Exorno floral de claveles rojos y lirios morados en el titular cristífero y clavel blanco en su totalidad para el palio de cajón de la dolorosa.
La Esperanza de Triana
Desde el viejo arrabal trianero, a las 02.00 horas, comenzaron a salir desde la capilla de los Marineros, el cortejo procesional de la Esperanza de Triana.
El Cristo de las Tres Caídas lució una nueva túnica bordada, estreno de este año, bajo los sones de su formación, la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de las Tres Caídas. Uno de los momentos más emotivos ocurrió en la Campana, donde se le hizo un homenaje tanto al compositor y cantante Pascual González y al capataz Juanma Martín, fallecidos recientemente.
La Virgen de la Esperanza llevó el manto diseñado por Juan Borrero ejecutado en 1992 en el taller de Sobrinos de Esperanza Elena Caro, y la saya de Olmo, restaurada este año, además de la toca de Benjamín Pérez. La Banda de Música de Nuestra Señora de la Victoria de las Cigarreras acompañó un año más en la Madrugá tras la dolorosa.
Los Gitanos
Para finalizar, la Hermandad de los Gitanos fue la última en llegar a la catedral hispalense para hacer su estación de penitencia.
El Señor de la Salud estrenó una túnica de terciopelo burdeos, donada por un grupo de hermanos. El paso estuvo acompañado por su formación, la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Salud.
La Virgen de las Angustias llevó el manto bordado en terciopelo azul pavo. La Banda de Música Nuestra Señora de las Nieves de Olivares acompañó en el discurrir de la dolorosa, cerrando así esta jornada de emociones y sentimientos para todos los cofrades.
Vídeos: Carlos Iglesia y Rodo Janeiro.
Fotografías: Ángel García y Agustín López.