“A esta es”…
El pasado jueves, poco antes de las ocho de la tarde, de nuevo y por fin, pequeñas bocanadas de humo endulzado con especias subieron hacía el cielo sevillano, sin más cubierta que las tímidas nubes que lo acompañaban. Se lanzaban para dar acompañamiento y Gloria a la gran zancada de la ciudad, la zancada del Señor de Sevilla, la zancada del Señor del Gran Poder.
Ese hecho, de gran calado e importancia en nuestra ciudad se realizó, por desgracia, no para celebrar el fin de una pandemia que aún (y no sabemos por cuanto tiempo) nos acompaña, sino para celebrar los 400 años de la hechura de la imagen. Quizás, a muchas personas le parezca frívolo el acto, la verdad, para despotricar a favor o en contra ya están las RRSS. No voy a entrar ni a justificar una, ni a atacar a otra de las opciones.
Sinceramente, me da igual. El acto se celebró, tuvo una justa medida, se adaptó a lo necesario en estos momentos que vivimos y quien lo quiso disfrutar lo hizo, en presencia o televisivamente.
Yo quiero dedicar este artículo al verdadero homenajeado de dicha efeméride, al autor de tan maravillosa obra, que 400 años después, sigue encogiendo el corazón de quien se acerca a ella, a Don Juan de Mesa y Velasco, un cordobés que paso sus más fructuosos años de vida laboral en nuestra ciudad.
Un ejemplo más de la cruel sociedad sevillana, una víctima más de esos grupos de presión de la ciudad, que ya existían en el siglo XVI y que han llegado hasta nuestros días, como todo aquel que se acerca al mundillo cofrade puede percibir. Alguien a quien se enterró durante 300 años (solo 300 eh) de ignominia, oscurantismo, figureo y el máximo cainismo del que es posible esta ciudad.
Juan de Mesa y Velasco, es el gran artífice de la Semana Santa sevillana, de él y no de ningún “Dios de la madera”, son una buena parte de las obras más relevantes de la Semana Mayor. Sin embargo, que no digo que no lo merezcan, se montan exposiciones sobre Martínez Montañés en el Bellas Artes y no se le hace un homenaje como es debido a quien verdaderamente ha surtido de gran arte barroco a la que dicen que es la gran fiesta del Barroco en Sevilla.
Por suerte, siempre hay excepciones, Fernando Carrasco resaltó en vida los quehaceres de Juan de Mesa, con su libro, su posterior obra teatral, llevando al sevillano a descubrir al gran Imaginero adoptivo de la ciudad, al igual que la empresa sevillana ‘El ContraGuía… Rutas Cofrades’ que en su afán de divulgar culturalmente la Semana santa de Sevilla todo el año, tiene dedicada una ruta de manera especial y única a la azarosa vida personal y laboral de Juan de Mesa y Velasco.
Terminando que no les quiero cansar, piensen en un par de circunstancias, háganse un par de preguntas:
Si la Hermandad del Traspaso tenía en sus archivos los contratos con Juan de Mesa como se pudo ver en la exposición del año pasado. ¿Por qué durante 300 años callan sobre quién es el verdadero autor de su imagen titular?
Y dos:
¿Por qué la estética con la que se recrea a San Juan, en las imágenes posteriores al San Juan de Mesa para el Gran Poder, copian a esta? ¿Por qué creían que copiaban la obra de un desconocido imaginero cordobés?
Larga vida a Mesa en la historia de esta ciudad y feliz cumpleaños al Señor de Sevilla, que sean muchos más.
“Bueno, pararse ahí”