Este pasado jueves 16 de julio, se celebró la festividad del Carmen en varias corporaciones con esta advocación. Con motivo de la pandemia del COVID19, las hermandades han sustituido su habitual besamanos por una veneración de fieles.
Destaca el de la Virgen del Carmen en sus Misterios Dolorosos, con carácter extraordinario, dejando así estampas para el recuerdo de los presentes.
Las veneraciones de fieles en el día del Carmen
Con motivo del 25.º aniversario fundacional de la hermandad, la Virgen del Carmen estuvo en veneración de fieles de forma extraordinaria.
La dolorosa de la corporación de Omnium Sanctorum lució su manto blanco de vistas y saya con escapulario marrón en su peana y media luna a sus pies. Tras la talla un dosel y a los lados, dos pequeños altares con candeleros de velas blancas, algunas piezas de orfebrería y jarras con flores blacas de distintas especies.
Tras la celebración de su novena estuvo expuesta la Virgen del Carmen de San Leandro. En el presbiterio de su parroquia del barrio, estaba la imagen de manera más cercana a los fieles, que vestía manto blanco y saya bordada marrón. Flores de tonalidad malvácea y rosácea, diferentes hacheros de cera blanca un dosel con el sillón de la realeza y dos pequeños altares componen la escena.
Desde San Gil, estaba la Virgen del Carmen en el interior de una de las capillas laterales. Lucía su habitual hábito carmelita, con ráfaga plateada donde se podía observar varios candeleros de cera blanca, y exornos de tonalidad rosácea y blanca. Además,el altar lo presidía el simpecado de la corporación.
Siguiendo por el entorno de la Alameda está la capilla de la Virgen del Carmen de Calatrava. La imagen se situaba a los pies de su altar siendo ataviada su ropaje carmelita tradicional y ráfaga. Varios candeleros de cera blanca se podía ver en un templo presidido por una imagen del niño Jesús.
El Buen Suceso fue testigo de la veneración de la Virgen del Carmen. Este grupo de devotos formado en los últimos años en torno a esta imagen ha celebrado este culto interno. Situada en el presbiterio del altar mayor, lleva su manto blanco bordado y su habitual saya y escapulario marrón.
Para su función y en el día que debería haber realizado su salida procesional a la Virgen del Carmen de Santa Catalina. Con la candeleria encendida, está vestida con el habitual hábito carmelita. Presenta como estrenos un nuevo tocado de encaje de bolillos y oro, un escapulario de tisú bordado en oro, una enagua interior y un nuevo traje para el niño Jesús.
Para terminar, la Virgen del Carmen de Su Eminencia estuvo expuesta en esta jornada. Algunos hacheros de cera blanca y flores de tonalidad rosácea y blanca se pueden ver en un sencillo montaje por parte de la entidad.
Fotografías: Carlos Iglesia y Tavi Madrid.