A cuentas con… las vacaciones

«A esta es»…

Llega el verano a la ciudad y con él, estos artículos semanales descansarán hasta el próximo septiembre. Llega la normalidad a la ciudad en esta época, no sé si nueva o no, pero llega lo normal. Las calles al mediodía se vacían dejando solo el sonido de la chicharra, como único acompañante y esperaremos a la caída de la tarde para salir a «tomar el fresco» dando una vueltecita con la mascarilla de rigor.

Llega un verano en el que nos faltará la Virgen del Carmen por la calle y la Virgen de los Reyes recibirá las visitas dentro del templo catedralicio. Al menos, veremos a los Seises bailar, desde nuestro banco, separados y con mascarilla.

En este verano, seguro estamos de que faltarán noticias cofrades de futuro y es bien conocido por todo aquel que se mueve en este mundillo, que las tertulias chipioneras y punta umbraleñas de los descorbatados hombres del Consejo playeros, solo son de cerveza y sardina, de mucho vamos a hacer y de poco hagamos ya. También es normal que cuando se terminen su cervecita y su sardina, todos vuelvan a sus sombrillas por el camino más corto (que quema la arena) y sin quitarse la pesada mascarilla.

Hablo mucho de ese artilugio que se nos ha unido tanto últimamente, porque el sevillano debe ser de los que mejor aguanta la mascarilla, pero aún así prefiere seguro su antifaz. El antifaz nazareno es muchísimo más incomodo que la mascarilla, lo llevamos más tiempo seguido puesto que la mascarilla, nos hace más daño que la puñetera mascarilla… Pues bien, el sevillano (y sevillanas que no se me enfade nadie, con esto del lenguaje inclusivo), prefiere su antifaz, mil veces antes que la puñetera mascarilla…cosas de la nueva normalidad.

En definitiva, el cofradeo se traslada a las playas, a los chiringuitos, a la orilla del Océano Atlántico, a los bares nocturnos de moda de las zonas costeras, allí se decidiran si tendremos o no Semana Santa, como va a ser la «nueva Semana Santa»en caso de que la hubiera, como serán los cortejos, ¿habrá que acortarlos? Los recorridos, los horarios, las aglomeraciones en los templos… ¿Cómo se sacaran las imágenes?, si habrá o no costaleros y por tanto, si serán llevadas o no las imágenes titulares en sus pasos habituales y cuando llegue septiembre nada estará resuelto. Todo estará como ahora, a expensas de que en octubre tengan lugar unos primeros contactos, se parará por Navidad y volveremos tras la cabalgata de Reyes, para decir que estamos como estamos y que visto lo visto, estamos a la espera de una resolución del Ayuntamiento para ver que podemos hacer y como nos dicen que lo hagamos.

¿Y de verdad que a esto lo llaman «nueva normalidad»? Si es lo mismo de siempre. Nos leemos en septiembre, felices vacaciones.

«Bueno, pararse ahí»