Un juez admite a trámite la denuncia de la hija de Álvarez Duarte por la restauración de la Virgen del Dulce Nombre de Bellavista

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Un juez ha admitido a trámite una denuncia por parte de la hija del imaginero Luis Álvarez Duarte, Guadalupe Álvarez-Duarte Ortega hacia la Hermandad del Dulce Nombre de Bellavista por la restauración realizada hacia la dolorosa por parte de Darío Ojeda

Según argumenta la propia demandante, se han realizado «cambios transcendentales en su rostro, nariz, mandíbula, en la profundidad de las comisuras de la boca y los pliegues y hoyuelo de la barbilla, la alteración en el espectro y profundidad de su mirada”. Pide una indemnización de 2.000 euros e irá destinado a Cáritas.

La restauración Virgen del Dulce Nombre de Bellavista

Esta restauración se efectuó entre los años 2020 y 2021, volviendo al culto el sábado 6 de febrero de ese año, más de cuatro después. Al contrario que con la estrepitosa intervención de la Virgen de la Esperanza Macarena, sí contó con asesores artísticos y una comisión de expertos, contándose entre ellos los historiadores Andrés Luque Teruel y Jesús Romanov, siguiendo todos los protocolos necesarios.

A través de un audiovisual la entidad ha explicado el proceso de restauración realizado a la imagen. En este vídeo ha participado el autor de los trabajos, Darío Ojeda; el hermano mayor de aquel entonces Diego Centella y uno de los componentes de la comisión Jesús Romanov.

La imagen no se encontraba en buenas condiciones, debido a las condiciones de humedad y temperatura tan cambiantes a lo largo de estos años en la parroquia del Dulce Nombre. Por otra parte, la dolorosa presentaba en una intervención anterior una serie de repintes de tonos marrones, desvirtuando la imagen original de la misma. Se ha primado preservar todo lo original de la talla de Álvarez Duarte. De igual modo, también presentaba unos problemas estructurales que hacían peligrar la integridad de la talla.

Estas tareas se han dividido en tres fases. La primera de ellas ha sido en la realización de un estudio analítico para comprobar el estado, al igual que los estratos de policromía, además del TAC para ver las deficiencias estructurales.

Posteriormente, se ha actuado en la estructura. Se ha hecho un nuevo candelero, se ha incorporado un corpiño y se ha hecho unas nuevas articulaciones con las últimas tecnologías. Para finalizar se ha hecho los tratamientos intervencionistas, que ha consistido en las limpieza de la encarnadura de la imagen, eliminando los repintes y la suciedad acumulada, dejándola tal y como la concibió Álvarez Duarte, además de la sustitución de los postizos.

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