Júbilo y emoción en el Baratillo tras la coronación de la Virgen de la Piedad

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Dia de júbilo y alegría en la Hermandad del Baratillo. Tras su coronación en la catedral, la Virgen de la Piedad y el Cristo de la Misericordia realizaron una procesión triunfal por las calles de la ciudad, dejando así una de las jornadas más importantes en la dilatada historia de la corporación del barrio del Arenal.

La procesión triunfal de la Virgen dela Piedad y el Cristo de la Misericordia

A las 17.15 horas se abrió las puerta de San Miguel de la catedral para la salida de todo el cortejo. Al igual que en la ida, muchos hermanos acompañaron con su cirio azul. A su vez, se sumaron numerosas representaciones de las distintas corporaciones de la ciudad. Antecedía la Agrupación Musical María Santísima de las Angustias de los Gitanos, de mostrando un gran nivel a lo largo de las horas.

En torno a las 18.00 horas hizo su salida el misterio de la Piedad. La dolorosa lucía su nuevo manto de salida donado por Rosario Santamaría Bermúdez con motivo de la Coronación Canónica, diseñado por Javier Sánchez de los Reyes y ejecutado en el taller de bordados de Jesús Rosado. Además portó su nueva saya en color jacinto y la presea realizada por el taller de orfebrería Delgado, recordando a una de las primeras que tuvo. El paso estuvo exornado por el tradicional clavel rojo. En este primer tramo del recorrido estuvo acompañado por la Sociedad Filarmónica del Carmen de Salteras.

Uno de los momentos más destacados fue en el ayuntamiento. Allí esperaba el alcalde José Luis Sanz y parte de los concejales del consistorio a la espera de la comitiva. Se pudo escuchar la nueva marcha ‘Nanas del Baratillo’ de David Hurtado, haciendo las delicias de los presentes. Con ‘Margot’ reviró y se despidió del concejo dejando una de las imágenes de la jornada.

Por Barcelona se encaminó a su barrio del Arenal. Cada vez eran más los fieles y devotos que acompañaban a la Virgen de la Piedad y el Cristo de la Misericordia, dadas las altas temperaturas que reinaban en la ciudad. Tras pasar por Gamazo y Castelar, se encaminó hasta la capilla de la Carretería donde realizó otro de sus saludos. A pesar de la estrechez de la calle Real de la Carretería, antigua Varflora, entró en el templo de la sede de la corporación del Viernes Santo, para posteriormente salir en loor de multitudes.

Comenzaba a caer la noche y el retraso era más que evidente conforme en el horario previsto. Otro de los puntos más destacados fue en la plaza de toros de la Maestranza, donde el paso hizo otro saludo, dada su estrecha vinculación con la Real Maestranza de Caballería. ‘Caridad del Guadalquivir’ y ‘Nanas del Baratillo’, interpretados por el Carmen de Salteras inmortalizaron este momento histórico, siendo una de las fotografías de la jornada.

Pero lo mejor estaba por llegar. Por primera vez en su historia, atravesó el puente de Isabel II para llegar a Triana, donde fue recibida por la Hermandad del Carmen de puente de Triana. Allí en el Altozano se despidió el Carmen de Salteras para dar paso a la Banda de Cornetas y Tambores del Sol. Se encaminó por las calles del viejo arrabal trianero hasta llegar a Santa Ana.

Aunque el culmen de esta procesión extraordinaria ocurrió en la capilla de los Marineros. Pasadas las 01.30 horas, llegó a la sede de la Hermandad de la Esperanza de Triana con ‘La música de la Esperanza’, un popurrí con las marchas más representativas de la corporación trianera, levantando grandísimas ovaciones ante las miles de personas que se agolpaban en la calle para poder presenciarlo. Salió de los Marineros con ‘Triana de Esperanza’ y la nueva marcha de Cristóbal López Gándara ‘Niña del Arenal’, dejando así el momento más destacado de esta procesión.

Pasaban las 02.30 horas, y ya el paso procesional salía del barrio de Triana para encontrase de nuevo por su barrio. Tras atravesar Reyes Católicos y Pastor y Landero, se encontraba con la calle Adriano. últimos compases de la procesiones hasta ser su entrada a las 03.50 horas, cerrando así esta coronación canónica que quedará para los anales, no solo para la Hermandad del Baratillo, como de la propia ciudad.

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