Triana celebró los 50 años de la Virgen del Patrocinio en una extraordinaria para el recuerdo

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La Hermandad del Cachorro firmó con letras de oro una nueva página en su dilatada historia. La Virgen del Patrocinio realizó una salida extraordinaria por las calles de Triana con motivo del 50.º aniversario de su hechura y bendición.

Todo un barrio se echó a la calle para poder contemplar y acompañar a la ‘Señorita de Triana’ en esta tarde y noche de este pasado domingo 26 de noviembre.

La salida extraordinaria de la Virgen del Patrocinio

Las puertas de la basílica se abrieron unos minutos después de la hora indicada, las 16.15 horas, a la espera de la llegada del arzobispo José Ángel Sainz. El cortejo estuvo formado por unos 250 hermanos con cirio, además de distintas representaciones.

Minutos después hizo su salida la Virgen del Patrocinio, de manera radiante y con la recuperada saya de Olmo, con diseño de Sánchez de los Reyes y realizada por Francisco Carrera Iglesias. Con ‘Señorita de Triana’ bajo los sones de la Sociedad Filarmónica de la Oliva de Salteras.

Numeroso público se congregó en las calles de Triana, en especial en la primera parte del recorrido. Hizo varios saludos, el primero de ellos en la O. Con un ambiente festivo y de hermanamiento entre estas dos corporaciones vecinas, reviró el paso de la Virgen del Patrocinio hacia el templo, viéndose momentos de emoción.

Tras pasar la plaza del Altozano, se vivió uno de los momentos culmen de esta salida. Por primera vez, la Virgen del Patrocinio visitó a la Esperanza de Triana en su capilla, donde se interpretaron dos de las marchas más solemnes de la corporación trianera, como ‘La Esperanza de Triana’ de Farfán’, ‘Soleá dame la mano’ de Font de Anta, haciendo las delicias y las lágrimas de emoción por parte de los presentes.

Prosiguió hasta Santa Ana, donde el arzobispo le dedicó unas palabras a la corporación, y además de se retiraron las representaciones que le precedían. Eso también hizo que se produjera un pequeño parón en el cortejo que iba a buen ritmo.

Tras abandonar el viejo arrabal trianero, siguió por Pagés del Corro, donde saludó al convento de las Míninas y también a la parroquia de San Jacinto. Posteriormente, llegò a la capilla de la Estrella, donde fue recibida con una petalá bajo los sones de ‘Virgen de la Estrella’ y ‘La Estrella Sublime’.

Con un retraso acumulado ya, prosiguió por Alfarería dejando un ambiente romántico en su discurrir. Llegó hasta la Ronda para volver de nuevo a su basílica. ‘Nuestra Señora del Patrocinio’ y ‘Señorita de Triana’, para entrar a las 00.17 horas, haciendo así un día para enmarcar en la historia de la corporación.

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