Publicado por Sin lugar a dudas, fue una procesión de Corpus Christi que quedará marcada en el recuerdo.
La lluvia impidió que no se pudiera celebrar por las calles de la ciudad. El día de las vísperas, el miércoles 7, el cabildo catedral anunció su suspensión, justo antes de que se llegase a efectuar el traslado de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa a su altar de la plaza de San Francisco. Por lo tanto no pudo salir, al igual que el Señor de la Sagrada Cena al palacio arzobispal ni Santa Lucía a la calle Francos.
La procesión del Corpus por el interior de la catedral
La mañana del Corpus Christi arrancó con precipitaciones moderadas en la ciudad. Los diferentes altares estaban ya desmontados, e incluso algunos cubiertos por un plástico de grandes dimensiones.
En el interior de la catedral, se ofreció la eucaristía de las 08.30 horas, a cargo del arzobispo José Ángel Saiz Meneses.
A su conclusión, se procedió al tradicional baile de los seises en el altar del jubileo, uno de los momentos más emotivos del día.
En torno a las 10.00 horas, comenzó la procesión por las naves de la catedral. El Santísimo fue portado por el arzobispo bajo palio, en una breve comitiva que la abría los niños carráncanos. Discurrió por las distintas naves y pasó por los pasos del Corpus, que se encontraban exornados en el trascoro de la catedral, junto con el Cristo de la Corona.
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Fotografías: Carlos Iglesia.
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