Dibujo en la calle todos los días desde hace ya más de una década, normalmente a mis amistades en los bares, en otras ocasiones eventos culturales como visitas guiadas, conferencias o exposiciones,y cuando no veo a nadie el dibujo tranquilo de vehículos o la arquitectura.
Pero lo que más disfruto son las manifestaciones y procesiones, el dibujar de pie, corriendo de un lado para otro ya sea en una bulla que se mueve o en otra donde todos los ojos se posan en un paso. Plasmar una imagen que quizás como mucho en vivo dura apenas segundo en un dibujo que queda plasmado para siempre.
Ayer era Domingo de Ramos y mi amiga Grecia, que sabe muchísimo y la tengo como referente en este tema, me dijo que había que ver el palio de la Amargura por Trajano sí o sí. Llegamos poco antes de ver los ciriales, así que rápidamente coloqué en el dibujo los edificios, las cabezas del público, y esperábamos que parasen el palio justo donde estábamos, pero no fue así, tardó en pasar cosa de 7 segundos. Me quedé con una imagen fotográfica en el cerebro, y sin interaccionar con nadie, en medio de una marabunta de gente que se iba de esa calle durante 6 minutos me aislé de todo y lo pude acabar, para seguir con la jornada y buscar La Cena de regreso.