Como cada 2 de julio, la Hermandad de San Roque celebra la función votiva en honor al Santo Crucifijo de San Agustín. Será a partir de las 20.00 horas y correrá a cargo de Ramón Darío Valdivia Giménez.
En este sentido, asistirá una representación del Ayuntamiento de Sevilla para rendir pleitesía a la imagen, por librar a la ciudad de la peste en 1649.
Santo Crucifijo de San Agustín, la imagen que libró a Sevilla de la peste
Fue una de las principales devociones de la ciudad durante más de 500 años. Se desconoce el origen de su veneración en Sevilla, aunque ya se tiene constancia de ello en 1310, antes incluso de la fundación de las primeras hermandades.
El Santo Crucifijo de San Agustín era de autoría anónima, de estilo gótico, con cabellos naturales y paño de pureza de tela. La dolorosa, bajo la advocación de María Santísima de Gracia fue ejecutada por Blas Molner a finales del siglo XVIII.
La imagen recibía culto en el desaparecido convento de San Agustín, aunque no fue su primitiva sede. Desde 1649 el Ayuntamiento de Sevilla renueva su voto de acción de gracias por la extinción de una epidemia de peste que asoló en aquel tiempo la capital hispalense.
Su llegada a la parroquia de San Roque
Tras la invasión del ejército galo, en 1810 suprimieron el convento como lugar de culto y las imágenes se trasladaron a la cercana parroquia de San Roque, aunque regresaron en 1814. Ya en 1835 se ubicaron definitivamente en San Roque por la exclaustración de su sede.
Llegó a procesionar de diversas formas a lo largo de este siglo: en solitario, con la Magdalena a sus pies, y con la Virgen y San Juan. En el último tercio del siglo XIX se intentó revitalizar la vida de la hermandad. En 1876 volvieron a realizar su salida procesional en Semana Santa. Estrenaron el paso de palio en 1878 y en 1881 el del crucificado. En 1889 se vieron obligados a donar sus pasos al arzobispado por desavenencias con el párroco de San Roque, ya que la corporación no encontraba ningún almacén para guardarlos y se situaban durante todo el año en las naves del templo. En 1894 volvió a salir en la tarde del Miércoles Santo en un solo paso, con la Virgen de Gracia a los pies del Santo Crucifijo.
Su última salida en la Semana Mayor fue en 1896, ya que un año después se aprobaron nuevas reglas transformando la hermandad en congregación. Se fijó su salida procesional una vez cada diez años, siendo la última en 1926. La dolorosa de Blas Molner pasó a formar parte de la Hermandad de San Roque, cuya fundación se produjo en 1901.
En 1936 ambas imágenes perecieron en el incendio sufrido en la parroquia de San Roque durante la Guerra Civil. En 1938 Sebastián Santos realizó una la actual dolorosa de la corporación del Domingo de Ramos bajo la advocación de Gracia y Esperanza en honor a la antigua imagen. En 1944 Agustín Sánchez Cid realiza una réplica del Santo Crucifijo de San Agustín, donde décadas después, en 1990 se aprobó por parte de vicaría general la incorporación del crucificado como titular de la propia Hermandad de San Roque.