Publicado por Sigue y prosigue el cuento que os cuento sobre el descuento.
La cuantía crece y decrece a la par, latido a latido en aras de toparnos con ese miércoles tan ansiado, tan esperado y que nos debe servir como trompetazo a caballo en el campo de la batalla que más nos gusta.
Dos decenas y escasas jornadas más para que la cifra sobrevivida nos lleve a vivir otros cuarenta que nos catapulten al mismísimo cielo sevillano prendado en forma de Septenaria mágica, anhelo de anhelos, cúspide de los sentimientos, de los sentidos,…
El tiempo avanza a la par con los retrasos en él; contradicciones necesarias para garantizar la salud de unos pocos para seguir ayudando a la totalidad del reino.
Dos de marzo al revirar aquella esquina con la que sueñas, mientras suena Campanilleros, huele a incienso y azahar en flor y se atisban capirotes colgados, túnicas planchadas y almanaques destrozados por los nervios.
Sigamos viviendo esperanzados para que la Esperanza inunde Sevilla y Triana, para que los barrios se llenen de abuelas y de nietos nazarenos, de cirio, de estampita y acompasado rachear.
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