En este primer fin de semana de la Cuaresma varias veneraciones tuvieron lugar en la capital hispalense. Entre ellas estaba la de la Virgen de la Hiniesta Dolorosa además de los titulares cristíferos de las Siete Palabras, Jesús Despojado, San Roque, la Misión y el Dulce Nombre de Bellavista.
Las veneraciones del tercer fin de semana de febrero
El sábado comenzó la veneración en honor a la Virgen de la Hiniesta. La imagen lucía su manto de salida azul y saya blanca para la ocasión. Tras la dolorosa, unp equeño altar compuesto por un dosel compuesto por la bambalina y el techo de palio, además de jarras y centros de flores de tonalidad blanca y rosácea y varios candeleros de cera blanca
Numerosos fieles estuvieron junto a la dolorosa de Castillo Lastrucci en un fin de semana para el recuerdo, donde además se le entregó claveles blancos a modo de ofrenda.
El Cristo de las Siete Palabras se encontraba dispuesto en veneración en el presbiterio. En un sencillo montaje estaba la imagen erguida con un monte flores silvestres además de dos jarras de flores y dos candeleros. El altar se tapó con una tela de damasco moradopara la ocasión.
El Santo Crucifijo de San Agustín de San Roque fue otra de las imágenes que estuvo en venaración Estuvo flanqueado por dos faroles, además de varios dos hacheros y candeleros de cera de color azul en una de las naves laterales de la parroquia, en concreto a los pies del altar del Señor de las Penas y la Virgen de Gracia y Esperanza.
La capilla del Mayor Dolor de la plaza de Molviedro acogió un año más el besapiés a Jesús Despojado. Túnica blanca potencias y sin corona de espinas lucía la imagen sobre su peana. Tras la talla, la Virgen de los Dolores y Misericordia, vestida ya de hebrea para el tiempo cuaresmal cone San Juan Evangelista en su altar. Además se pudo ver varios hachones de cera color tiniebla y Jarras con flores de tonalidad malvácea y roja para la puesta en escena de este culto interno.
El Señor de la Misión estuvo en veneración. La imagen lucía túnica de terciopelo roja bordada y con la cruz a cuestas en el presbiterio de la parroquia. Además también se pudo ver varios candeleros de cera blanca.
El Señor de la Salud y Remedios del Dulce Nombre de Bellavista recibió el cariño de sus fieles. Ataviado con túnica morada de terciopelo morado, estuvo bajo un dosel de damasco rojo, escoltado por dos faroles y con un exorno a base de anthurium verde, alhelies morados, orquídeas vanda morada, lirios, flor de cera, estátice y eucalipto.
Fotografías: Carlos Iglesia y Benito Álvarez.