La Hermandad del Gran Poder ha recibido hace unos días una donación de un crucificado de marfil, por parte de una hermana de la corporación en memoria de su difunto marido.
El crucificado de marfil para el Gran Poder
Aunque se desconocen los orígenes de la pieza, morfológicamente se trata de una obra barroca, en la que Jesucristo aparece coronado de espinas, agonizante con la mirada hacia el cielo, en el momento de la Pasión en el que clama al Padre.
La escultura no presenta herida en el costado, con el cuerpo perfectamente anatomizado, envuelto por el paño de pureza que se anuda en la cadera derecha, pendiendo por tres clavos de una cruz de madera cilíndrica de caoba. La cruz aparece rematada en cuatro cantoneras de plata labrada de época, destacando su ornamentación en piñas.
La imagen aparece sobre un dosel de terciopelo dorado, con madera tallada y dorada, tal y como la familia le ha rendido culto en su domicilio durante varias generaciones. Tras la entrega, el crucificado ha sido colocado en la sala capitular de la entidad.
Las nuevas vidrieras para el nuevo cancel de la entrada de la basilica
Recientemente, el hermano mayor José Félix Ríos Villegas firmó un contrato con la fábrica de vidrieras artísticas de Antonio Javier Salgado, la realización de dos de estas piezas decoradas y emplomadas con la técnica del siglo XVII. Están destinadas a embellecer el nuevo cancel de entrada de la basílica, también en construcción.
Las vidrieras reproducirán los escudos heráldicos de la entidad y del propio templo.
Fotografía: Hermandad del Gran Poder.
