La Hermandad de Vera Cruz cuenta con uno de los archivos más ricos de las cofradías, donde algunos documentos datan del siglo XVI. Contienen multitud de bulas apostólicas otorgadas a la cofradía, libros de cuentas, de fábrica de la antigua capilla o inventarios, entre ellos.
En este sentido, la corporación del Lunes Santo ha acometido la restauración de dos libros de protocolo del año 1720, sobre la renta de la capilla y la hermandad. No solo presentan el interés sobre la información que contiene, sino también por su cubierta e iluminación, llegando a ser expuestos en varias ocasiones.
Los dos libros de protocolo de Vera Cruz
Concretamente se trata de dos volúmenes manuscritos que presentan una encuadernación rígida de cartera en cuero gofrado y dorado con hierros de florones y pajarillos. Los cierres de algodón verde, se fijan en la zona externa inferior y superior la tapa anterior y, atravesando sendas parejas de orificio sobre la solapa, cierran el volumen con un lazo.
La cubierta presenta otros elementos decorativos como cinco piezas en ambas tapas, bordadas con hilo de diferentes colores sobre piel blanca. La central alberga el escudo de la hermandad dividido en dos campos. Las cuatro piezas decorativas de las esquinas representan elementos vegetales. En el borde de las tapas y el lomo se ubica asimismo bordura multicolor de hilo.
Los daños más significativos se concentraban en las cubiertas. Las dimensiones de los volúmenes, el peso considerable y la rigidez de la estructura de encuadernación elegida, hicieron que con el uso y el paso del tiempo la piel se rompiera en las bisagras de la solapa y del lomo, provocando la separación de la tapa anterior y de las dos piezas de la solapa, agravándose la situación en el caso del segundo volumen ya que perdió la pieza superior de la solapa.
Por lo que respecta el texto, los mayores problemas eran consecuencia de la degradación de las tintas. La corrosión de las mismas había hecho desprenderse líneas enteras de una de las primeras hojas del tomo primero. Por otro lado, siempre en ese tomo, podían observarse cortes longitudinales realizados sobre diferentes hojas.
El tratamiento de conservación-restauración se inició el pasado verano actuando sobre los daños del papel señalados en el primer volumen. Posteriormente se acometió la reconstrucción de las estructuras de encuadernación, utilizando bisagras internas de tela de lino y papel japonés combinadas con injertos externos de piel. Seguidamente se acometió la construcción de una nueva solapa similar a la conservada con cartón y piel adecuados a la conservación y se reconstruyeron los cierres con cordón de algodón de un tono similar al original y los remaches metálicos que protegían los extremos de los cordones.
Los trabajos han sido encomendados a Yolanda Abad Méndez para la ocasión.
Fotogalería
Fotografías: Hermandad de Vera Cruz.
