La nueva casa hermandad de los Gitanos ya es una realidad

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La Hermandad de los Gitanos pudo vivir ayer jueves 20 de septiembre una jornada histórica para la corporación.

Tras diez años de trabajo la entidad pudo bendecir su nueva casa hermandad adaptada a las necesidades de los hermanos y junto a su santuario.

Fue un acto protocolario al que asistieron autoridades religiosas y civiles, entre las que se encontraban el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo; el director espiritual de la hermandad Juan Dobado; el párroco de San Román Francisco José Blanc; Juan Carlos Cabrera como delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla y el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Sevilla, Antonio Piñero; entre otras personalidades.

La bendición

El acto sobre las 20.00 horas, cuando Asenjo entró en el santuario y visitó primeramente al Señor de la Salud y a la Virgen de las Angustias. Seguidamente pasó a las dependencias de la nueva sede que colindan con el templo.

En primer lugar, tomó la palabra el arquitecto encargado del proyecto, Luis Javier Guajardo Fajardo, quien explicó cómo se ha ido desarrollando esta primera fase de las obras así como las dependencias habilitadas hasta la actualidad. Seguidamente, Cabrera dio la enhorabuena a la corporación por todo el esfuerzo realizado recordando incluso como él mismo estuvo presente en el acto de colocación de la primera piedra en enero del 2016.

Sobre el atril le siguió el hermano mayor José María Flores quien empezó su intervención diciendo y destacando en mayúsculas que “hoy es un día histórico para esta hermandad”. Quiso dar las gracias a todo aquel que ha hecho posible. Destacó que este nuevo inmueble debe ser “una casa para el diálogo, debate y consenso. Una casa para la comunión común de sus hermanos”.

Tras la intervención Asenjo ofició el acto litúrgico de la bendición acompañado siempre por el director espiritual y el rector del santuario y párroco de San Román.

Comenzó su reflexión reseñando que “bendecir es decir bien”, por lo que “es justo que al contemplar este hermoso resultado demos gracias al Señor autos de todo bien”, añadió. Un discurso en que terminó pidiéndole tres cosas a los titulares de la hermandad. La primera de ellas “que esta casa sea un hogar de Caridad, donde se cultive el diálogo, el perdón y la reconciliación”.  En su segunda petición, “que sea un lugar de formación”, y por último, quiso que todo el que aquí entre, “viva en la verdad”, resaltando la necesidad de “incrementar la vida cristiana en nuestros cofrades, hombres y mujeres de Fe, orantes”.

Los asistentes pudieron seguir disfrutando de la jornada visitando las instalaciones y departiendo unos momentos de convivencia.

Fotografía: Hermandad de los Gitanos

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