«No darás falsos testimonios ni mentirás»

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Como dice el octavo mandamiento de Dios: «No darás falsos testimonios ni mentirás», algo que por desgracia no se aplicó en la noche de este pasado martes 9 de septiembre.

Por desgracia, el cinismo y la hipocresía disfrazada en falso misticismo y victimismo fue lo que se pudo ver en la entrevista al hermano mayor José Antonio Fernández Cabrero, con el claro objetivo de blanquear su ya nefasta imagen ante todo lo acontecido sobre la intervención a la Virgen de la Esperanza Macarena. Unas declaraciones que sólo dejaron satisfechos a sus adláteres y fariseos más fervientes, a aplaudidores de la mentira y hermanos con miedo a perder su puesto de privilegio en la hermandad

Una entrevista con cierto olor a milhojas y con más azúcar que una palmera de chocolate se pudo ver en la noche de este pasado martes. Llegaron las lágrimas de cocodrilo, aquellas fingidas por un dolor inapreciable y que buscaba, sin mucho éxito, victimizarse.

Es curioso que, al igual que en el cabildo del pasado mes de julio, se escudara en el discurso lacrimógeno y en «haber estado en shock» tras la reposición al culto de la Virgen en el triste sábado 21 de junio. «Le veíamos algo raro a la Virgen», argumentaba el propio Cabrero, pero… ¿de verdad ningún oficial de junta se percató que la imagen estaba totalmente diferente? Un rostro que está cuidadosamente estudiado por todos sus fieles y devotos, siendo un icono y devoción universal… ¿Tampoco se percató el vestidor, el conservador o el fotógrafo de la hermandad que tomó las primeras imágenes? ¿De verdad se considera como ejercicio «de transparencia» mostrarla de esa manera, calificándolo en las redes como «júbilo y alegría» y causar el daño que provocó, señor Cabrero?

Lo que quizás se pregunte aún más los hermanos ¿que hizo la junta de gobierno o el propio conservador de la hermandad durante los cinco días que estuvo interviniéndola Arquillo en las dependencias de la hermandad? No eres una víctima, señor Cabrero, como hermano mayor eres el máximo responsable de todo lo acontecido.

Estos trabajos no fueron aprobados en cabildo de hermanos, cuando sólo se informaron en el cabildo de cuentas a los hermanos, mintiéndoles de que eran unos trabajos de mantenimiento, cuando se ha visto claramente, y confirmadas por el propio IAPH la alteración de la imagen, sin aparentemente, sin ningún tipo de control hacia la o las personas contratadas para tal efecto.

Tras estos hechos y en relación a las protestas en la basílica, también resulta curiosa el desdén mostrado hacia los manifestantes, defendiendo que «a casi nadie o nadie conocía ahí» llevando 24 años como oficial de junta, o que «el líder de las protestas» con número «diecipicomil» no lleva un año en la hermandad y no podía acceder al cabildo, en referencia a Jorge Pulgar.

Las mentiras tienen las patas muy cortas Señor Cabrero y evidentemente, Jorge Pulgar estuvo, votó y saludó y habló con muchos hermanos en la basílica, servidor incluido. ¿Qué necesidad había Señor Cabrero de mentir de esa manera? ¿Por qué se habla con ese desaire y desdén hacia determinados hermanos con un marcado discurso elitista malintencionado? ¿Por tener un número bajo lo hace ser buen hermano y si es alto no?

Para finalizar, toda esta desconfianza a la gestión no se debe a un artículo, a medios no afines o a perfiles anónimos en redes como mencionó en la entrevista. Esta desconfianza se debe a la falta de transparencia, a la total opacidad en la comunicación a los hermanos, al ocultamiento durante más de seis meses de lo acontecido sobre el manto de ‘los Cisneros’, a la persecución a hermanos a través de los perfiles oficiales de la hermandad, al acoso a determinados periodistas y medios… No es división, es un clima de polarización, que la misma junta de gobierno ha perpetrado, y que un blanqueamiento de imagen de manera pública no va a subsanar.

Por fortuna, hay algo positivo en todo esto. Ahora mismo, la Virgen, lo que verdadera importa en estos momentos se encuentra en buenas manos y que pueda volver en el plazo estipulado por Pedro Manzano, sin presiones o indiciarias a hacerlo antes del 30 de noviembre para sacar rédito en las candidaturas y subsanar los errores cometidos.

Y por supuesto, en poco menos de tres meses habrá una nueva junta de gobierno y que, entre quien entre, les sirva como piedra de toque como NO se deben de hacer las cosas. Nos levantaremos y volveremos a ser la hermandad que se caracteriza por la excelencia y volver a ser modelo de otras corporaciones, como hemos venido haciendo. La Virgen proveerá.

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