Sea esta mi palabra escrita, en la data que nos regala el Altísimo como finalidad de esta septenaria vivida, no como rey que porta corona, sino como siervo de Dios y protector de Su Iglesia. Porque en las cosas de Hermandad, como en las del Reino, no hay honor más alto que el de servir con humildad, y no hay peligro mayor que el de tomar la vara para elevarse a sí mismo por sobre los demás.
He contemplado, y con dolor lo promulgo, cómo algún súbdito toma la vara de Hermano Mayor no como báculo de guía, sino como cetro de poder. Y otros, en Junta de Gobierno, más se afanan en tronos y órdenes que en el rezo, y se disputan los puestos como si en ellos estuviese la salvación, y se olvidan de abrir los mares para que pasen los hermanos buscando tierra prometida, camino del altar de sus Titulares y encuentren en ellos, su rincón de paz y rezo que también los acerque a sus prójimos más próximos. Olvidan que quien se sienta primero, será el último si no tiene caridad. Que quien gobierna sin amor, gobierna en vano.
La Fe, que es llama pura, se enturbia cuando el ego ocupa el lugar del Espíritu. El ansia de destacar convierte las insignias en cadenas y los actos de piedad en gestos vacíos. Los que así proceden, se alejan de los hermanos, desprecian a los humildes y ensordecen el clamor de los pobres. Peor aún, vuelven la mirada lejos de los Sagrados Titulares, como si pudiesen servir a Dios y a su vanagloria al mismo tiempo.
Yo, Fernando, Rey y Santo, por la gracia del Altísimo, he aprendido que gobernar es postrarse, y que dirigir es seguir los pasos de Aquel que lavó los pies a sus discípulos. A los que ostentan vara, les exalto: no olvidéis que esa madera y ese metal es símbolo de servicio y no de dominio. Sed hermanos antes que cargos, sed fieles antes que notables.
Quien no sepa morir a sí mismo, no podrá nunca vivir en Cristo. Y quien busca brillar en la procesión, ha de saber que sólo la luz del Resucitado basta.
Con triste penar en mi pensar les anhelo felicidad y gozo pleno en la octava mensualidad, en este, su primer dominical.
