Publicado por Desde la urna de San Fernando en la Santa Iglesia Catedral de Sevilla
En el nombre de Dios Todopoderoso, Uno y Trino, Yo, Fernando, por la gracia divina, Rey y Santo, custodio incorrupto de mi carne y siervo eterno de la Santa Iglesia, alzo mi voz desde esta sagrada y acristalada urna, donde reposa mi cuerpo en la Catedral de Sevilla, para rendir homenaje y fidelidad al nuevo Pastor Universal de la Cristiandad.
Salve, León XIV, Sumo Pontífice de la Iglesia Romana, escogido por inspiración del Espíritu Santo para ocupar la Cátedra de Pedro. Mi alma, libre ya de las cadenas del mundo, se inclina reverente ante vos, que hoy sois guía y luz de los pueblos fieles.
Robert Francis Prevost, nacido en Chicago en el año del Señor de 1955, hijo de tierras lejanas pero hermano en la fe. De vuestra labor misionera en el Perú, de vuestra entrega a los más necesitados, y de vuestra firmeza en la doctrina, dan testimonio los ángeles y los justos.
En Vos, la Iglesia ha hallado al primer Papa nacido en suelo norteamericano, pero cuya sangre y espíritu son universales. Vuestra orden agustiniana, tan cercana a la verdad que enseñó mi madre Berenguela, es bálsamo de humildad y sabiduría en días de tumulto y confusión.
Como Rey que reconquistó Sevilla y alzó sus templos para gloria del Altísimo, y como cristiano que abrazó la Cruz en vida y muerte, me postro ante Su Santidad. Que vuestra voz resuene como trompeta de justicia y báculo de paz. Que en Vos hallen consuelo los pobres, los perseguidos, los que lloran, y que la Iglesia florezca bajo vuestra guía.
Desde esta morada eterna, ruego al Altísimo que os conceda largos años de pontificado santo y fecundo, como el sembrador que no teme al invierno porque confía en la primavera.
Bienvenido, Santo Padre León XIV, a la historia eterna del pueblo de Dios.
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