En estos últimos meses ha sido protagonista, y muy posiblemente el resurgir de una devoción, el Santo Crucifijo de San Agustín, titular de la Hermandad de San Roque.
En este sentido, el historiador Antonio Flores ha identificado, en un artículo escrito para el Boletín de las Cofradías, la imagen vicaria. Se trata del Cristo de la Vera Cruz de Salteras.
El Cristo de la Vera Cruz de Salteras, la imagen vicaria del Santo Crucifijo de San Agustín
El Santo Crucifijo de San Agustín, la imagen que fue destruida en 1936, sólo procesionaba en rogativas. Por todo ello, la cofradía se encargó de una imagen vicaria que representaba a la original, ya que ésta pertenecía a los propios frailes. Con esta imagen realizaba su estación de penitencia, la última recogida en el año 1713.
A finales del siglo XVIII, ya con la cofradía inactiva, en 1791, el Fisco Real decidió confiscar todo su patrimonio, tal y como cuenta José María Montero de Espinosa en una de sus publicaciones: “En los años siguientes se fue entibiando el fervor de la cofradía y descaeciendo su culto […] y en el año 1791 fueron aplicadas al Real Fisco de S. M. sus alajas, quedando su capilla abandonada y sus imágenes sin culto, las cuales se conservaron hasta el de 1810 que parece pereció la de Nuestra Señora de Gracia, con motivo de la entrada de los enemigos, habiendo sólo quedado la del Cristo de la Sangre y su parihuela”.
Tal y como recoge el propio Espinosa «nos inclinamos a pensar que se está refiriendo a la imagen vicaria de la cofradía, que posiblemente fuera conocido como el Cristo de la Sangre».
Tras la reapertura del templo, el «Cristo de la Sangre» fue dispuesto en el altar de la sacristía del cenobio, hasta su exclaustración hasta 1835.
El Cristo de la Vera Cruz en Salteras
El Cristo de la Vera Cruz llega a Salteras a 1838. El párroco de Salteras, Antonio García Pérez, escribió una carta al arzobispado solicitando que se le entregara este crucificado de la Sangre “que parece era del extinguido convento de San Agustín, muy decente, pero allí arrinconado y sin servir”, para que sustituya al antiguo crucificado de la Vera Cruz.
Esta imagen corresponde al tardogótico de principios del siglo XVI. Algunos autores la atribuyen a Roque Balduque. Fue restaurado por Enrique Gutiérrez Carrasquilla en 2016 y se pudo ver que la imagen está hueca, apta para procesionar.
Fotografía: Hermandad de la Vera Cruz de Salteras.
