Así suenan las nuevas marchas de Daniel Albarrán, ‘Pasión’ y ‘La Sinfonía del Dolor’

El pasado domingo 30 de marzo, la Sociedad Filarmónica de la Oliva de Salteras realizó su concierto anual que viene realizando en la iglesia colegial del Salvador.

Para la ocasión, se estrenaron dos composiciones de Daniel Albarrán, y que a su vez, están relacionadas: ‘Pasión’ y ‘La Sinfonía del Dolor’.

Nacido en 1992, Daniel Albarrán es compositor y pianista. A pesar de su juventud ha realizado varias composiciones dedicadas a titulares de diferentes hermandades, destacando ‘Guadalupe’, ‘La Paz’, ‘Yo soy la Esperanza’, ‘Montserrat’ y ‘La emperatriz hispana’, y más recientemente ‘La Esperanza’, ‘La Virgen del Dulce Nombre’, ‘El Socorro de María’, ‘La de los ojos azules’, ‘Luz del Porvenir’ ‘Del cielo bajó a Sevilla’, y más recientemente, ‘Caridad’, ‘Soberana Encarnación’, ‘Rosa blanca’ y ‘El Mayor Dolor’, entre otras.

‘Pasión’ y ‘La Sinfonía del Dolor‘

‘La Sinfonía del Dolor’ es un díptico musical compuesto por las marchas ‘Pasión’ y ‘El Mayor Dolor’.

En palabras de su autor, «probablemente, este proyecto sea el más arriesgado que he compuesto para la Semana Santa, y lo ha sido por varias razones. En primer lugar, el reto de crear una nueva marcha que intensificara todo lo ya expresado en ‘El Mayor Dolor’ aportando elementos nuevos y diferentes, sin apartarse de la línea artística establecida por la primera obra.

En segundo lugar, al tratarse de un díptico donde ‘Pasión’ es la primera pieza, debía conseguir que se conectara de manera natural con ‘El Mayor Dolor’. Esto implicó tomar decisiones inusuales, como prescindir del trío tradicional, para reforzar la continuidad emocional y conceptual entre ambas marchas, logrando así una obra unificada que refleje el viaje profundo y complejo del duelo. Además, ‘Pasión’ debía funcionar también como una marcha independiente, capaz de transmitir su propio mensaje y emocionar por sí misma, sin depender de ‘El Mayor Dolor’ para alcanzar su máximo potencial.

Y, por último, el respeto y la responsabilidad que conlleva revisitar una obra como ‘El Mayor Dolor’, que ha logrado tocar el corazón de muchas personas», concluye.