Una Estrella entre Sevilla y Triana

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¡Sevilla, amada mía!, que a la linde territorial del Guadalquivir yaces con tus torres y arcos que desafían al cielo, ¿cómo no versaré de esa luz que, como llama incandescente, bola superlativa luminosa, cada noche se posa sobre tus azoteas, sobre tus corrales y jardines? Es una Estrella incomparable, inigualable por su hermosura, una joya engarzada en lo infinito del firmamento que, caprichosa, muestra en Ti su rostro distinto al que revela al noble arrabal de Triana.

Promulgan los ancianos del lugar, donde la edad es universidad, que cada Estrella es testigo de cuanto acontece en la tierra. Y así, aquella que sobre Sevilla se cierne, brilla para dos mundos: Triana y Sevilla, uno donde Ella habita y otro que, cruzando el río, revela la fortaleza de sus hombres y el temple de sus mujeres de cerámica ancestral. De igual, en cada orilla La Estrella parece reflejar el alma misma de ambas.

Cuando, desde mi urna, contemplo esta joya de los cielos, noto que, sobre Sevilla, su brillo es solemne y profundo, como si honrase la devoción y la sabiduría que en sus calles se gesta. Su luz acaricia la Giralda.

Y ya cuando su reflejo triunfal, en su palio, con sus hombres buenos debajo siendo sus pies, atraviesa el Guadalquivir, otra voz se despierta en Triana, tan distinta y, sin embargo, tan profundamente vinculada. Allí, su luz se torna en arrebato, el fuego vivo de los valientes, de los que forjan y navegan.

Así, Sevilla y Triana, dos orillas, dos espejos de una misma esencia, reciben cada noche de Domingo de Ramos el don de La Estrella, que brilla con distinta faz, revelando el misterio de una ciudad dividida solo en apariencia, pero unida en el fondo de su espíritu.

La Estrella, lucero y guía divina, ya sea en Sevilla o en Triana.

¡Que La Estrella guíe nuestros pasos, sevillanos y trianeros, hacia el amor que nos une y el respeto que os hace fuertes!
¡Resplandor de esperanza!
¡Unión de las aguas de este río que nos hermana!

Sevilla y Triana, dos rostros de una misma alma.

Sean felices.

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