Reconquista: la película

Avatar de Rey San FernandoPublicado por

Serán las calores de agosto, no excesivas como en anualidades pretéritas, por más que insten a amedrentar al pueblo con oleajes y oleadas poco reales o será que este cerebelo, también Real y Santo no se detiene impertérrito una alícuota temporal pero al despertar con las claridad de esta dominical jornada, uno sí se detiene a meditar y en un incesante deambular por los parajes soñadores, y por soñar soñé, en la película de La Reconquista donde un alto, fornido, apuesto y elegante actor de Hollywood, o del reino, se encargase de caracterizar a este Rey Santo en la contienda histórica que desembocó en nuestros días.

Sin titubeos, oteé una súper gran producción de esas que optan a premios cabezones e incluso a estatuillas de carácter áureo más allá de esa alfombra roja y visioné lo más atractivo de la vida de este Rey Santo, lobera en mano, sus vicisitudes, sus gozos, sus penas, sus miedos, sus reconquistas por doquier hasta centrarse a las Puertas de Sevilla.

Imaginen por la ínfima porción temporal esa escena de la aparición mariana; este Rey castellano, demacrado, cuasi rendido por agotamiento personal y de sus tropas y que un haz infinito de luz, una dulce voz y la imagen que la totalidad tienen en mente, pero “superlativada” para que la eventualidad sea el punto de partida de la gloria, inunde las retinas con una banda sonora que vaya del derrumbe a lo más explosivo musicalmente hablando pasando con destreza por melodías celestiales que acompañen a la palabra de Ella.

A partir de ahí, la mayor de las batallas, la mayor de las estrategias en una Sevilla de mil doscientos, con su apariencia de antaño, su adoquinada estampa y para culminación, un Rey bondadoso que recibe las llaves del reino feliz y extenuado pero amable y comprensivo con el rival.

Una belleza del lugar sería la que encarnaría el papel de Beatriz, de mi Bea, y los más audaces estudiantes, el mejor, ese al que la PEVAU le parece un cuadernillo Rubio de primaria encarnando a mi primogénito con un lenguaje culto, pedante pero mostrando sus dotes intelectuales abriendo paso a la saga…

Señores directores y productores, ahí tiene la idea. Se la regalo.

Sean felices.

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