La Hermandad de la Estrella celebra este año 2024 el 25.º aniversario de la coronación canónica de su dolorosa.
En este sentido, la Virgen de la Estrella volverá a salir de manera extraordinaria a la catedral, al igual que lo hiciera en 1999. Por todo ello, será llevada al seo hispalense el próximo jueves 31 de octubre, donde el Día de Todos los Santos se oficiará una misa estacional. Ya el sábado 2 de noviembre volverá de nuevo a su capilla. Por todo ello, la corporación del Domingo de Ramos utilizará sus dos palios.
En este sentido, ha dado a conocer que el de Rodríguez Ojeda lo usará para su traslado a la catedral. Por lo tanto repetirá la estampa de la última vez que la dolorosa salió de San Jacinto en 1976.
En cambio, en la procesión triunfal usará el de Garduño, además del manto del mismo autor cedido por la Hermandad del Gran Poder.
El palio negro juanmanuelino: De la Macarena a la Estrella
En 1891, Juan Manuel Rodríguez Ojeda diseña tanto el techo como las bambalinas para la Macarena, cuyos bordados serían realizados por su hermana Josefa. En 1909 fue adquirido por la corporación de la calle San Jacinto, conservándolo en la actualidad y alternándolo con el que ejecutara Garduño en 1995.
En 2009 fue prestado a los Panaderos cuyo palio estaba siendo restaurado. Además en 2017 llegó a ser ofrecido a la corporación de San Gil, mientras el suyo estaba siendo restaurado.
El palio de Garduño de la Estrella
Fueron realizadas en el año 1995. Las bambalinas frontal y trasera se dividen en tres secciones en las que el bordado parte de cada una de ellas desde el centro y, en forma de espiral, va ocupando toda la superficie hasta llegar en los extremos para resolverse en una contracurva, simulando hojas de cardo, pámpanos que se entrecruzan, pequeñas rosas, hojas de acanto, roleos de gran grosor, hojas carnosas y el escudo corporativo que pasa a formar parte del conjunto.
El techo de palio está realizado a juego con las bambalinas, ya que en el centro se representa una Gloria aludiendo a las dos mártires de Triana y copatronas de Sevilla, Santas Justa y Rufina, con sus motivos iconográficos, portando la Giralda, hojas de palmas y cerámicas, pintadas sobre paño de seda, y cuyos rostros y manos están realizados en marfil. El óvalo en el que se encuentran enmarcadas está bordado en hilo de oro con decoración vegetal. Existe una separación entre el marco central y las esquinas del mismo efectuada por doce estrellas de siete puntas.
Sobre el terciopelo azul se ven las hojas y roleos que quedan entrelazados unos con otros consiguiendo una simetría entre las cuatro esquinas, predominando la rocalla, aunque se ve acompañada de pámpanos, hojarascas, rosas y florecillas.
