Misterio de la Exaltación el Jueves Santo de 1902, 27 de marzo

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Misterio de La Exaltación el Jueves Santo de 1902, 27 de marzo. En la fotografía contemplamos el portentoso paso por la calle Almirante Apodaca llegando a la antigua plaza de Argüelles (hoy del Cristo de Burgos).

Esta salida es la primera tras la reorganización de la corporación (dejó de procesionar en 1885). En 1901 se celebró un cabildo general presidido por el señor provisor del Arzobispado de Sevilla, Jerónimo Álvarez Troya, quién manifestó durante la celebración del mismo que acudía para comunicar que el día anterior había declarado disuelta la corporación por decreto gubernativo al haber transcurrido dieciséis años sin que está diese señales de celebración de algún culto. Por insistencia de las personas congregadas y en especial por Luis María Ybarra González, determinó nombrar una junta de gobierno encargada de reorganizar la hermandad con Ybarra a la cabeza como hermano mayor.

En la imagen vemos al misterio restaurado por Emilio Pizarro y el nuevo canasto, realizado en los talleres de José Gil. Destacaban los ángeles mancebos que procedían del primitivo paso y que habían sido colocados en las esquinas y los adornos tallados con columnas salomónicas.

Se estrenaban los caballos y sayones que se encontraban en la parte trasera del paso y las telas encoladas de todas las figuras que sustituían a las originarias talladas, realizadas por el mismo autor de la restauración, Emilio Pizarro.

En la delantera del misterio podemos observar la figura del sayón trompetero, talla que se mantuvo hasta la reforma del conjunto en 1960. Esta figura representaba un sayón vestido a modo de soldado del Renacimiento, anacronismo habitual en la época, con una trompeta en la mano, siendo un personaje habitual desde finales del Gótico y que se había insertado en las escenas pasionistas de la calle de la Amargura o de la Crucifixión y que servía en muchas ocasiones como introductor de la escena principal representada. Se mantuvo hasta la reforma del conjunto en 1960.

Curiosamente, este sayón no sólo aparece ahí, también vuelve a aparecer de nuevo en las cartelas del paso, en las escenas de los preparativos de la Cruz o en la elevación de la Cruz. Es una especie de boceto de la configuración a tamaño real que se llevaría a cabo posteriormente en el paso.

Los nazarenos vestían, por primera vez, túnicas de cola morada, confeccionadas en alpaca.

Fotografía: Deiró.

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