El pasado mes de septiembre finalizó la restauración del retablo de la Hermandad de la Antigua, Estos trabajos, con un período de duración de tres meses, cuentan con la subvención para la restauración-conservación de bienes muebles del patrimonio histórico de carácter religioso en Andalucía (Línea 1) concedida por la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte.
Las restauradoras Paloma Maza Lara, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Granada, con especialidad en Conservación y Restauración, y Marta Pertejo Rozas, licenciada también en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, con la misma especialidad, asumieron la dirección realización y coordinación de esta intervención, presupuestada en 37.311,08 euros. Completa el equipo multidisciplinar que actuará sobre el retablo Santiago Campuzano Guerrero, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla, que asume la elaboración de los informes históricos y de investigación.
La restauración del retablo de la Virgen de la Antigua
Según se advierte en el análisis formal histórico artístico, es un retablo de época de transición entre el barroco tardío y los esquemas neoclásicos, siendo incluso paradigmático el hecho del cambio estético que se observa entre el cuerpo principal y el superior. El uso fundamental del retablo es el de culto de las imágenes titulares y devociones de la Hermandad de la Antigua. La principal es el lienzo de la Virgen de la Antigua que se inserta en una vitrina acristalada, así como la pequeña imagen de San Antonio de Padua, imagen de bulto que también es titular de la entidad y se inserta en el nicho central del banco inferior.
Durante el proceso han intervenido a nivel de soporte: piezas desensambladas, desfase de piezas, lagunas de soportes y orificios, ataque xilofágico, elementos metálicos sin funcionalidad y quemaduras.
A nivel de policromía se ha trabajado suciedad generalizada, acumulación de cera de velas, erosiones, descamaciones, levantamientos, así como lagunas de policromía y repintes.
En cuanto a las alteraciones escultóricas han resuelto la suciedad generalizada, las lagunas de soporte y policromía, así como las numerosas erosiones. Durante el proceso, se ha eliminado polvo, se ha fijado exhaustivamente el dorado y la policromía, se han subsanado grietas, repintes, estucados y otras actuaciones que han devuelto al retablo todo su esplendor.
Fotogalería
Fotografías: Carlos Iglesia
