Publicado por Una carreta de zíngaros… padre tirando de unos mulos y dentro, la madre entretiene a los más pequeños con juegos, entre maletas, sacos y algún petate remendado.
Un palio floreado, cuidado, mimado por los mejores floristas del reino, la niña más bonita y morena enamorando a su paso y en su paso.
Una raza peregrina rezando, Sevilla entera le abre paso.
¿Os habéis detenido a meditar acerca de lo acontecido? La cultura del pueblo haciendo manifestación de fe, de amor, de devoción incondicional y cuasi radical, sin su Manué, sin excusas, mirando a la Metropolitana, en silencio porque para rezar no hacer falta algarabía y un regreso gozoso donde la cohorte hizo lo propio.
Tarde, nocturnidad y madrugada imposible de arrancar de los anales del olvido; las caras de felicidad, las lágrimas desparramadas a golpe de soleá, la bulería del alma y el gozo superlativo en una conjunción perfecta, medida, sentida, querida y deseada. Y así fue…
Sevilla, Andalucía y toda España rendida a las Angustias de la Madre del Gitano más cabal. ¿Se puede pedir más?
No traten de buscar e indagar en la peguita minuciosa atractiva para el clickbait, no, respiren y profundicen toda el simbolismo de una jornada de ensueño, soñada.
Sean felices con el aroma a canela y clavo de sus corazones.
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