A medio escribir

Un dominical a medio escribir. Así debería concluir este manuscrito de un domingo a medio abrir, con los ojuelos aún pegados, la urna aún por abrir y las chorreras aún por abrochar.

Un café rápido, pan recién tirarais y la mantequilla aún por untar. Un sorbo al búcaro que descansa a los pies de la urna que conserva el agua a la mejor sensación térmica para esta garganta cascada de tanto exaltar por y para Sevilla.

Pasillos catedralicios a medio pulir, corona aún por limpiar. El maldito corrector de este colosal aparatejo con el que mantenemos el contacto virtual que insiste en escribir Corina, cada vez que tecleo Corina, ¿ven? Quería poner . Beatriz asume mi Roman a eterno con la más Bella pero no entendería que me acercara a otras conquistas y reconquistas de la misma manera.

Corpus chico ante la ausencia de lluvia, Triana se engalana y lo que queda del propio barrio sale a la calle acompañando a Jesús Sacramentado. Eucaristía de domingo, seguro que homilía aún por terminar, rozó lo exigente al contemplar que la improvisación última acabará por llegar.

Marcho a la mayor brevedad, no esperen grandes viandas literarias ni grandes convidás; dominical que concluye con asi, así sin más. Ya lo avisé al iniciar porque el que avisa no es traidor ni digno de traicionar.

Aquende concluye con un dominical a medio escribir…