Sin secreto, directo a nuestros anhelos; panfleto que sirve de parapeto.
Completo con un claro sujeto, sin epíteto ni esqueleto, directo al corazón.
Rimar este boceto, he de reconocer que un poco inquieto, para que se convierta en folleto concreto.
Y así aprieto el alfabeto y construyo este objeto y que se transforme en amuleto para el cofrade.
Abandono este escrito obsoleto, que ya viene siendo un libreto y un gran reto para el grupeto.
Hoy mi faz, Real y Santa, se convierte en careto, mis chorreras en exoesqueleto quieto, mientras desempaqueto mi alma y entre quinteto y septeto celebró la exaltacion del tan esperado DECRETO.
¡Cofrades, a la calle! Volvemos…
