¿El turismo es malo para la ciudad? por tanto, ¿El turismo es malo para la Semana Santa de Sevilla?.Hace unos días, la Hermandad de la Macarena presento sus credenciales como punto de atracción turística en Fitur, la Feria Internacional de Turismo más importante de este país y con gran concentración de empresas turísticas del mundo mundial (como diría aquel). Todo ello en las RRSS del gremio (léase Facebook y Twitter) han provocado un sinfín de respuestas a dicha presentación, según he podido leer en la mayoría de los casos de manera negativa al hecho en sí.
«A la misma vez» (léase de nuevo, como diría aquel), artículos de prensa opinadora dirigiendo sus miradas hacia el alquiler de un piso en calle Pureza, con la cesión incluida de dos sillas en la plaza Virgen de los Reyes, con la consecuente «alarma social» por tan disparatado hecho.
En ambos casos, «el malo de la peli» para la gran mayoría era EL TURISMO, así en mayúsculas y con gran notoriedad. Esos personajes que con bermudas y chanclas (cual si fueran cuernos y rabo), pululan por nuestra ciudad en cuanto el astro rey empieza a apretar una «miajita» y encima, tienen la osadía de plantarse en la calle Tetuán para ver pasar a San Esteban.
¿Quién les habrá dicho a éstos que San Esteban pasa por aquí y con lo temprano que transita además, este año, si casi no lo sabía ni yo, con los cambios del Martes Santo?. Pues el turista lo sabe y allí se planta… ¿Se habrán pillado un Llamador sin hacer cola?.
En fin, fuera de bromas y exageraciones, este contraguía quiere dar su versión, ni la mejor ni la peor, la suya… La semana pasada terminé el artículo opinando que podiamos morir de éxito si no controlamos nuestra exaltación de lo cofrade durante todo el año… Por lo que respecta al turismo, tres cuartos de lo mismo.
Sevilla, por suerte o por desgracia, esta enfocada al turismo. A falta de Industrias de otro tipo, la turística se ha implantado en la ciudad y no por ello, todo tiene que ser malo.
La Semana Santa es, lo queramos o no, un atractivo más de la ciudad, como lo es la Feria de Abril, la Giralda, la Torre del Oro o el Alcázar de Sevilla. Es por ello que debe ser utilizada por la industria. Por lo tanto, el turismo no es malo, pero… ¿Qué turismo?. Pues un turismo de calidad que no podemos controlar lo que llega, pero si podemos controlar lo que le damos al que llega.
Si el turismo recibe una buena instrucción de como funciona la ciudad en esos días, se mimetizará con la ciudad y se hará perfectamente complementario. Para ello las empresas del sector, los hoteles, los apartamentos turísticos y demás afectados deben ser los garantes de dicha instrucción al visitante, con el apoyo y la gestión de quien tiene que salvaguardar el hecho diferencial de nuestra ciudad: el Consejo de Hermandades y el Ayuntamiento de Sevilla.
Ejemplos prácticos en lo expuesto al comienzo del artículo: el Ayuntamiento gestiona, junto a la Hermandad de la Macarena, el punto de atracción que genere sea vertebrador para que el comercio, y calles de alrededor de la basílica se beneficien de la atracción de personas en esa zona. ¿Es perjudicial eso para la ciudad? ¿Deja la hermandad y su templo de ser un lugar de culto por ese hecho? Para mí, está claro que no.
Y en el segundo de los casos, el piso de alquiler. El Consejo debe gestionar correctamente sus abonos y sus sillas, sancionando a quien se lucre de ellas y no cediendo de manera subterránea sillas a empresas turísticas de la ciudad, como todos podemos ver en Internet que ocurre.
En resumen, ¿el turismo es malo para la Semana Santa? Claramente no, siempre y cuando se gestione y controle por los entes adecuados para que no acabe derivando en un simple mercadeo y visionado de un teatro público, sin ton ni son para quien lo observa.
