La capital hispalense ha celebrado en estos días el dogma de la Inmaculada Concepción. Para la ocasión, más de una veintena de corporaciones han celebrado sendos besamanos de sus imágenes marianas.
Algunos fueron de carácter extraordinario, como el del Dulce Nombre, el de la Soledad de San Lorenzo o el de la Virgen del Voto de Pasión, otros se caracterizaron por la escenografía presentada en el montaje como el de la Virgen del Rocío de Redención; y otros por sus líneas clásicas, sobrios y elegantes, como el de la Soledad de San Buenaventura, el de la Virgen de la Concepción del Silencio o el de la Virgen de los Dolores de Santa Cruz, entre otras.
La Redención
Uno de los besamanos que presentó una mayor escenificación fue el de la Virgen del Rocío de la Redención, en conmemoración al centenario de la coronación de la imagen homónima de la aldea almonteña.
La dolorosa, con manto rojo y saya blanca estuvo acompañada por los doce apóstoles, cuyas imágenes pertenecen además de la propia hermandad, a las corporaciones de Pino Montano, el Dulce Nombre de Bellavista, al Carmen y al Cautivo de Mairena del Alcor.
Los Negritos
Además del de la Redención, otro de los besamanos que comenzó el pasado jueves 6 de diciembre fue el de la Virgen de los Ángeles de los Negritos.
La imagen luce manto azul y saya burdeos, ambas de terciopelo bordada, además de su antigua corona de salida, que lucirá en su próxima estación de penitencia. De igual modo, estuvo flanqueada por dos jarras de flores y sus candelabros de cola. Tras la talla, a modo de dosel se pudo ver su techo de palio y una de las bambalinas, además de una tanda de candelería y sendos candelabros.
El Dulce Nombre
Llegado al viernes 7 de diciembre, la parroquia de San Lorenzo acogió hasta dos besamanos de carácter extraordinario. Uno de ellos fue el de la Virgen del Dulce Nombre, con motivo del 50.º anivesario de su establecimiento canónico en su actual sede.
De líneas clásicas y elegantes, se mostraba la imagen en su capilla, con manto morado bordado y saya blanca lucía la imagen, con varias jarras con rosas. A los lados, tanto el Señor ante Anás y San Juan Evangelista en sus respectivos altares, y tras la Virgen, una representación del dogma de la Inmaculada.
La Soledad de San Lorenzo
Y en la misma parroquia, la Virgen de la Soledad de San Lorenzo estuvo expuesta para recibir el beso de sus fieles con motivo de los 150 años de la llegada de su llegada al actual templo. Se ha dado la circunstancia de que en este 2018 ha estado en besamanos un total de tres ocasiones.
El azul fue el color predominante, no solo por el manto y saya que llevo sino por el fondo de la capilla, cuyo altar estuvo presidido por un cuadro de la Inmaculada Concepción. Completó la escena varias tandas de candelería y jarras de flores de tonalidad blanca.
El Amor
La iglesia colegial del Salvador fue testigo de dos besamanos en su interior. Uno de ellos fue el de la Virgen del Socorro, uno de los últimos cultos de la corporación antes de la celebración de su cabildo de elecciones.
En una de las naves del templo, lugar donde se ubica los titulares de la corporación del Domingo estuvo esta imagen con manto azul bordado y saya roja, ambas piezas bordadas. A los pies del Cristo del Amor, que estaba en su altar, se dispuso con varios candeleros de cera blanca y varias jarras de flores del mismo color.
Pasión
La Virgen del Voto se encontraba en el interior de la capilla sacramental de Pasión en besamanos, con motivo del centenario de la fusión de la corporación del Jueves Santo y la Sacramental del Salvador.
Manto y saya celeste bordadas, y con su libro en la mano izquierda estuvo dispuesta en el centro de esta zona de la colegial con el particular altar de plata presidido por el Señor de Pasión y a los lados la Virgen de la Merced y San Juan Evangelista.
La Soledad de San Buenaventura
Llegando a Carlos Cañal, la Virgen de la Soledad de San Buenaventura estuvo expuesta en besamanos en uno de las laterales de la iglesia conventual, lugar donde ocupa habitualmente la Virgen de Guadalupe.
Bajo una luz tenue y un fondo de tela de damasco negro, se dispuso este culto interno con la dolorosa vestida magistralmente por José Antonio Grande de León, recordando estampas pretéritas. Tras la imagen el Cristo de la Salvación, titular de la corporación, bajo dosel y algunas tandas de candelería. Jarras de flores de tonalidad rosa de distintas especies completaron este montaje por el equipo de priostía.
El Silencio
Tras la función a la Inmaculada, el pasado sábado 8 de diciembre comenzó el besamanos en honor a la Virgen de la Concepción de la Hermandad del Silencio.
Con su característica solemnidad y elegancia, la dolorosa lució manto azul y saya roja de terciopelo bordada. El altar estuvo presidido por el simpecado de la corporación flanqueado por dos insignias inmaculistas. Con un centro de rosas blancas y dos faroles a los lados remató esta puesta.
Las Siete Palabras
Cercano a la parroquia de San Antonio Abad, la Virgen de la Cabeza de las Siete Palabras recibió el beso de sus fieles a los pies del altar mayor de San Vicente.
La dolorosa de la corporación de San Vicente se dispuso bajo un dosel, contando con diferentes elementos, como jarras de flores, hacheros con cera blanca o pequeños faroles. Además aprovechando este culto interno, se presentó una de las águilas bicéfalas realizadas para el paso del Señor de la Divina Misericordia en la capilla del crucificado.
Vera Cruz
A pocos metros del lugar, en su capilla del Dulce Nombre de Jesús, la Virgen de las Tristezas ocupó su presbiterio para su besamanos.
Con su tradicional manto y saya negra bordada, estuvo flanqueada por dos ángeles turiferarios . Tras la imagen, el Cristo de la Vera Cruz en su altar con varias tandas de candelería, jarras con flores blancas y algunos elementos de orfebrería completaron la escena.
Santa Marta
En la parroquia de San Andrés tuvo lugar un año más el besamanos en honor a la Virgen de las Penas de la Hermandad de Santa Marta.
El el presbiterio estuvo situada la imagen, vestida con el manto realizado por el taller de Santa Bárbara y diseño de Javier Sánchez de los Reyes en 2016, además de una saya de terciopelo burdeos, también bordado. Dos candelabros de cera blanca y varias jarras de flores blancas de distintas especies conformaron el montaje.
La Lanzada
A pocos metros de San Andrés, la Hermandad de la Lanzada organizó en San Martín el besamanos en honor a la Virgen de Guía.
Un sencillo montaje de la dolorosa que acompaña al crucificado en su propia capilla, luciendo manto rojo bordado y saya azul, flanqueado con dos ángeles turiferarios. Varias jarras con flores, destacando las margaritas blancas, completan la escena.
Cristo de Burgos
En una de las capillas de las naves laterales de la parroquia de San Pedro estuvo dispuesta Madre de Dios de la Palma, de la Hermandad del Cristo de Burgos, para recbir el beso de sus fieles.
Se presentó con su manto rojo de camarín restaurado por el taller de Jesús Rosado, y una saya de terciopelo azul marino, también bordado. Rosas champagne y hacheros de cera blanca, además del estandarte y de la bandera concepcionista estuvieron presentes.
La Cena
La parroquia de San Román acogió el besamanos en honor a la Virgen del Subterráneo. Se trataría en teoría del último culto para esta dolorosa en este templo, ya que se espera el regreso de los titulares de la corporación a la iglesia de los Terceros en los próximos meses.
En un sencillo montaje, se muestra a la imagen en el presbiterio con manto negro y saya blanca, flanqueada por dos faroles y varias jarras de flores. Tras la talla, el misterio presidido por el Señor de la Cena, tal y como se viene realizando en los próximos meses.
Los Servitas
En su capilla de la calle de Siete Dolores de Nuestra Señora, la Virgen de la Soledad de los Servitas recibió el beso de sus fieles en el día de festividad de la Inmaculada Concepción.
Un culto interno que se caracteriza por su sobriedad y elegancia estuvo expuesta la imagen escoltada con dos candelabros de cera blanca y dos ángeles ceriferarios. Tras la talla y a modo de dosel, varios varales y una de las bambalinas de su paso de palio, además de dos faroles.
Santa Cruz
En el barrio de Santa Cruz se pudo contemplar un año más el besamanos en honor a la Virgen de los Dolores.
Bajo una luz tenue se encontraba la dolorosa del Martes Santo a los pies del altar que presidía el Cristo de las Misericordias, con manto y saya bordadas en terciopelo morado y fajín rojo. Varias jarras de flores y dos ángeles ceriferarios estuvieron allí presentes, completando la puesta en escena.
La Trinidad
La basilica de María Auxiliadora acogerá el besamanos de la Virgen de la Concepción, de la Hermandad de la Trinidad
En su capilla estuvo expuesta con manto rojo, saya azul y diadema bajo un dosel. A los lados, además de las dos jarras de flores, dos ángeles turiferarios en unos pequeños altares con candelerías de cera blanca.
Padre Pío
En la periferia la ciudad, la Virgen de la Divina Gracia de Padre Pío estuvo expuesta en su propia capilla de la parroquia del Buen Pastor y San Juan de la Cruz.
Bajo dosel y luciendo un manto de terciopelo verde, saya de color crema y toca de sobremanto de malla estuvo la imagen flanqueada por dos candelabros de cola y dos jarras de flores.
Divino Perdón
Y de Padre Pío al Parque Alcosa. Coincidiendo con el día de su festividad, la Virgen de la Purísima Concepción de la Hermandad del Divino Perdón estuvo en besamanos.
En un sencillo montaje se mostró la dolorosa de Navarro Arteaga con manto azul y saya blanca en el presbiterio de la parroquia de Ana María Javohuey. Además se dispuso varios candeleros de cera blanca, flores de tonalidad rosa destacando las margaritas, dispuestas en centros y jarras y dos pequeños faroles
Pastora de Santa Marina
Un año más, la Divina Pastora de Santa Marina estuvo expuesta en besamanos en la festividad de la Inmaculada Concepción.
Su altar se cubrió con una tela de damasco rojo para la celebración de este culto interno. Bajo dosel se postraba la imagen letífica con mantolín rojo, traje blanco y sombrero para la ocasión. Además de las flores, el equipo de priostía dispuso de dos candelabros y ángeles turiferarios.
Montemayor
A pocos metros de allí, en la iglesia de San Juan de la Palma, la Virgen de Montemayor se encontraba en besamanos.
A los pies de su altar, en una de las naves laterales del templo se celebró con la pequeña imagen vestida con los colores celeste y blanco y ráfaga en honor al dogma de la Inmaculada, bajo un dosel rojo. Contó además con dos candelabros, jarras con flores de tonalidad blanca y dos ángeles turiferarios.
Pura y Limpia
Tras la celebración de su vigilia en la catedral, al día siguiente, la Pura y Limpia estuvo también en besamanos en su capilla del Postigo.
La imagen estuvo a las puertas de su sede, cuya calle estuvo cortada al tráfico para poder recibir a sus fieles. Además durante el transcurso de la jornada, la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora del Sol interpretó los laudes en su honor.
El Sol
Desde el barrio del Plantinar, la Virgen de la Salud de la Hermandad del Sol estuvo expuesta en besamanos.
Manto celeste y saya blanca estuvo la titular letífica de la corporación del Sábado Santo en la capilla anexa a la parroquia de San Diego de Acalá, que estuvo presidida por el Santo Cristo Varón de Dolores. Flores de tonalidad blanca, además de los candelabros de guardabrisa del paso del titular cristífero y dos faroles completaron la disposición este año de este culto interno.
El Corpus
La Hermandad Sacramental del Corpus consagró el besamanos en honor a la Inmaculada Concepción.
En su parroquia de la avenida de la Palmera estuvo la imagen vestida con manto celeste y saya blanca en esta ocasión. Cabe recordar que el próximo sábado 15 de diciembre realizará su salida procesional por las calles de la feligresía.
Desamparados del Santo Ángel
Volviendo a pleno corazón del Casco Antiguo, en concreto a la calle Rioja, la Virgen de la Salud de la Asociación de Fieles del Cristo de los Desamparados estuvo en besamanos.
Estuvo vestida con un manto verde bordada de salida perteneciente a la corporación de la Vera Cruz de los Palacios, cedido para la ocasión y saya burdeos. Estuvo expuesta a los pies del altar que presidía la Inmaculada Concepción.
Caridad de San Lucas
Y en el barrio de Santa Aurelia, la Virgen de la Caridad fue expuesta en el presboterio de la parroquia de San Lucas, que preside el Cristo de los Vaqueros.
Manto azul de brocado y saya blanca vestía la dolorosa, que estuvo acompañado por algunas piezas de candelería de cera blanca, y varias jarras de flores.
Orden Tercera
Para finalizar, uno de los besamanos más desconocidos para el público se pudo observar en la calle Cervantes, en concreto en la coqueta capilla de la Orden Tercera.
La Virgen de la Aurora estuvo delante de su altar con manto azul y saya blanca para recibir a sus fieles, flanquedaas por dos jarras de flores y hacheros de cera blanca.
Fotografías: Ángela Vilches y Carlos Iglesia
