La congregación que alberga el convento del Santo Ángel ha culminado los trabajos de conservación y restauración de dos obras que se encuentra en su propio museo, en concreto de San José y la Inmaculada Concepción.
Estas labores han sido ejecutadas por Carlos Peñuela entre los meses de julio y octubre de este mismo año.
Los trabajos
Se ha realizado un estudio exhaustivo y completo fotográfico con luz normal, rasante y ultravioleta, donde se apreciaron multitud de daños, añadidos, repintes y demás intervenciones anteriores que hacían enmascaran el original de la pieza.
Posteriormente se ha producido una fijación de los estratos y capa pictórica completa, una limpieza mecánica y química de todo el conjunto, remoción de antiguas intervenciones, repintes y barnices oxidados bajo catas previas y test de solubilidad empleados. Ha habido una reintegración volumétrica de elementos faltantes como partes del ropaje y mano izquierda en San José, pues la que encontramos es procedente de una intervención moderna defectuosa. En el caso de la Inmaculada hubo otra en los dedos de ambas manos.
Esta reintegración cromática se ha realizado en dos fases, una primera con medios acuosos o a la acuarela con un criterio diferenciador a corta distancia para concluir con una segunda fase con pigmentos al barniz en el que se iguale y ajuste el tono de brillo y maticidad homogéneo a las obras.
Para finalizar se aplicó una fina capa de barniz o protección, con materiales reversibles, estables y compatibles con las piezas que tratamos.
San José y la Inmaculada
Ambas imágenes son fechadas hacia finales del siglo XVII. De autoría desconocida, se vislumbra la maestría de las tallas y de la policromía presumiblemente con una atribución muy certera al círculo de Pedro Roldán, o el de su propia hija Luisa Roldan. Algunos historiadores atribuyen a San José a Roldán y a la Inmaculada a ‘la Roldana’
Fotogalería
Fotografías: Covento del Santo Ángel.
